[Documento incluido en el boletín nº2 PROA informa]
Las recientes elecciones autonómicas y municipales parecen haber difuminado los alarmantes datos del paro y otros preocupantes indicadores de nuestra provincia que se hicieron patentes en los meses de marzo y abril. Pero el problema persiste.
PROA[2], como organización plural e independiente, no busca culpables sino que desea reactivar el debate sobre la situación de la provincia de Jaén porque todos debemos reaccionar, cuanto antes, para invertir la tendencia de caída de sus principales indicadores socioeconómicos si no queremos administrar los restos de un naufragio anunciado.
El detonante de que la crisis había afectado a Jaén mucho más que a otras provincias, que ya iniciaban una lenta pero clara recuperación, es que el paro registrado en marzo en Jaén seguía subiendo, mientras bajaba en el resto de España y en Andalucía, poniendo de manifiesto un contraste de tendencias muy preocupante.
Según los datos del Ministerio de Empleo, el número de parados en nuestra provincia era en marzo de 67.737 personas, 376 parados más que en febrero y un 2,36% más si los comparamos con el mismo mes del año anterior. Un dato calificado por la mayoría de responsables públicos, institucionales y asociativos de “intolerable” y que, por tanto, más allá de la mera búsqueda de culpables y de acusaciones partidistas, nos exige una mayor reflexión, autocrítica y compromiso por parte de todos. Algo mejores, fueron los datos de abril que se reducían a 67.452 desempleados, con un descenso pues de 285 menos inscritos, por haber encontrado trabajo o, en algunos casos, por haberse marchado fuera de la provincia a buscarlo.
A finales del primer trimestre del año se publicó la Encuesta de Población Activa (EPA) que da cuenta del número de parados (estén registrados en las oficinas de empleo o no) y que elevaba la cifra real a 105.500 personas, situando la tasa de paro en el 35,47 % en Jaén.
En ese contexto lamentable y preocupante, la “Asociación PROA de profesionales y empresarios de Jaén” quiere compartir con los jiennenses esta reflexión y estas propuestas, porque no podemos aceptar impasiblemente estos datos que afectan a tantas familias.
a) Que mejore el empleo en España y en Andalucía no es para echar aún campanas al vuelo (cuando nuestro país tiene aún cuatro millones y medio de parados, y nuestra comunidad autónoma sobrepasa el millón), porque –siendo mejores a las de meses precedentes– siguen siendo cifras muy altas y coexisten con otros indicios de que algo no va bien en una recuperación económica desigual, porque –a nivel estatal– bajan las prestaciones por desempleo, cae la cobertura a la mitad, es muy alto el paro entre los más jóvenes y aumenta el número de los que se ven obligados a irse fuera de nuestro país para encontrar trabajo (reduciendo con ello, de forma indirecta, las cifras del paro).
b) Detrás de la frialdad de los números hay dramas reales y concretos: personas, familias y, también, comerciantes, autónomos, empresarios con problemas que lo pasan muy mal, demasiadas historias de tristeza, dolor y preocupación, que pocas veces cuentan los números o los índices macroeconómicos. Pero, cuando el “índice de sufrimiento” es efecto de una de crisis encadenada (global, nacional y local) no vale poner parches ni consignas fáciles sino soluciones eficaces, progresivas, piezas que encajen unas en otras que conformen motores de desarrollo. Por desgracia, tampoco parecen ser suficientes –aunque sean necesarias como soluciones paliativas– las ayudas familiares básicas o los bienintencionados planes de empleo provinciales a base de jornales (porque pueden ser pan para hoy, pero no se sabe si para mañana). Tampoco es suficiente la solidaridad generosa de las buenas personas y la elogiable labor de las bancos de alimentos y las ONGs, imprescindibles para evitar la exclusión social, porque, para curar una enfermedad socio-económica grave no basta con tomar aspirinas.
c) El dato de las altas de paro en Jaén, en este contexto de tibia o cuestionada salida de la crisis española, es un síntoma preocupante de una “enfermedad provincial” que se agrava porque coexiste con otros síntomas o indicadores socio-económicos negativos que dificultan la deseada recuperación, y que –por desgracia y aunque nos duela decirlo– marcan una tendencia general de caída muy preocupante, mostrando un lento pero progresivo deslizamiento hacia los niveles más bajos de desarrollo de este país, si no lo evitamos a tiempo.
d) Disminuye el número de habitantes de nuestra provincia (actualmente cuenta con 659.033 habitantes según el censo de 2014, habiendo descendido desde 2011 en 10.603 personas); envejece su población aumentando la franja media de su pirámide de edad y, con ello, la tasa de dependencia; y –por otro lado– baja la natalidad y crece la emigración entre los jóvenes más cualificados por su nivel de estudios. No olvidemos que el gran drama histórico de nuestra provincia fue la emigración, de alrededor de 450.000 personas entre los años 50 y 70 del pasado siglo XX.
e) El Producto Interior Bruto per cápita disminuye desde el comienzo de la crisis, así como el consumo privado per cápita, estando ambos por debajo de la media española y andaluza, mientras que el índice de paro es de los más altos, alcanzando en sus peores momentos el 40 %, y sin bajar todavía del 33% de la población activa y del 66 % de su población juvenil.
f) La provincia no ha consolidado la tan deseada diversificación económica, mientras el peso del sector agrario oleícola no alcanza la tasa de beneficios que podría tener por su liderazgo mundial en la producción de aceite de oliva. Desde 2008, en el que explotó la burbuja inmobiliaria generada por la Ley del Suelo de 1995, el sector de la construcción cayó a niveles nunca antes alcanzados. Con la crisis ha bajado también el nivel del sector industrial que en sus mejores momentos llegó a estar por encima de la media andaluza. Por eso, no es de extrañar que en nuestra provincia siga bajando el número de empresas (de 37.368 en 2008 a 32.704 el año pasado) y, lo que es peor, el índice de confianza empresarial a –33,64 %, es el más bajo de toda Andalucía. El sector turístico, imprescindible para la diversificación económica, en el que se lleva invirtiendo con la marca “Jaén, paraíso interior” desde hace veinte años, y que ha supuesto la ampliación del número de plazas hoteleras, visitantes y pernoctaciones, también está afectado porque, en términos absolutos, siguen bajando los ingresos económicos por turismo con respecto a el último quinquenio.
g) Por último, la economía del conocimiento no parece progresar porque, según los datos, disminuye el número de alumnos matriculados en nuestra Universidad, quedando en 14.184 en el último curso); sube el fracaso escolar de Jaén (al 23,80%) cuando en la Unión Europea está en torno a un 14% (y aspira a reducirlo en un 10% en el año 2020). También caen los gastos en investigación I+D+i y, consecuentemente, baja el registro de patentes por vía nacional a poco más de una quincena en el último año. Por otra parte, tenemos el índice de emprendimiento más bajo de España por cada mil habitantes.
h) La economía de Jaén está desequilibrada por sectores, lo que confirma que la tasa de ocupación en industria solo sea en torno a un 10%, la de agricultura un 15%, la de la construcción un 5% y, por el contrario, la del sector servicios un 70%. Si los sectores esenciales para crear valor y plusvalía flaquean (agricultura e industria) el sector servicios (comercios, restauración, turismo o profesionales) dependiente en gran medida del sector primario o secundario y del consumo, tiembla. Se suele decir que cada puesto de trabajo en una gran industria genera 4 en servicios. Pero en Jaén no existen grandes empresas, salvo la multinacional Valeo, siendo, prácticamente, el resto de ellas Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes). La mayoría dirigidas por profesionales honestos que no se rinden y que están luchando denodadamente por mantener sus empresas y los puestos de trabajo de las mismas. Prueba de ello sería que, desde que se inició la crisis, ha aumentado el número de empresas exportadoras en Jaén de 690 a 988, y se ha pasado a facturar de 635,95 a 900.60 millones de euros.
La situación general de nuestra provincia, con ser muy crítica, lejos de aumentar el victimismo esteril, puede y debe acometerse de forma proactiva como un conjunto de desafíos o retos colectivos a los que aún podemos hacer frente exigiendo medidas concretas a las diferentes administraciones pero, a su vez, comprometiéndonos con las soluciones que estén en nuestras manos.
El problema actual exige, a nuestro criterio, una rápida, contundente y tupida red de respuestas colectivas: políticas, económicas y ciudadanas para encontrar soluciones eficaces ahora, y –al mismo tiempo– un pacto intergeneracional o social por la provincia a medio plazo.
Sabemos que puede parecer inoportuno e inapropiado solicitar respuestas colectivas y pactos en una año electoral cuando aún no se ha resuelto un modelo posible de gobernabilidad de Andalucía, y cuando la fragmentación política es el denominador común del presente, agravado por la debilidad del sector económico en nuestra provincia y por la pasiva desvertebración de la sociedad civil en la misma.
1. Plan Especial de apoyo a las empresas jiennenses: el primer paso sería invertir la tendencia de caída de la economía y el crecimiento del desempleo apoyando a las pequeñas y medianas empresas en situaciones difíciles, con un amplio abanico de recursos profesionales independientes y transparentes: consultoría técnica, agilización de deudas de las administraciones públicas, financiación accesible, servicio de avales por capital riesgo, moratoria de hipotecas o créditos, ayudas eficientes a la exportación, etc.
2. Reducción del IVA para favorecer el consumo: La bajada de impuestos indirectos es una medida de ámbito gubernamental, necesaria para todo el país, pero que sería también imprescindible para la economía jiennense y para sus pequeñas empresas comerciales que verían aumentado el número de sus consumidores.
3. Ampliar significativamente las ayudas a la reindustrialización ya iniciadas en el año 2007 en el Boletín Oficial del Estado (BOE, 16-10-2007, conocidas como parte del plan Activa-Jaén) y concedidas como discriminación positiva junto a Soria y Teruel, facilitando las condiciones de publicidad, difusión, accesibilidad y reducción del la tasa de interés y la carencia por crédito concedido a las empresas que puedan acogerse a ellas.
4. Mejora de las comunicaciones viarias con Madrid, Córdoba y Levante mediante el acabado del desdoblamiento ya iniciado de la A-32 (Bailén-Linares-Úbeda-Albacete); el desdoble de la carretera desde Torredonjimeno al El Carpio (A-306), y de Martos-Alcalá la Real; así como la conclusión de la Autovía del Olivar y la reparación adecuada del firme de la A-44 (Bailén-Campillo de Arenas).
5. Mejorar las comunicaciones ferroviarias con Madrid y con Córdoba para disponer de doble-vía de Altas Prestaciones (como ya estaba previsto en 2007) y que permitan, sino disponer de AVE a Jaén, si trenes de Velocidad Alta, mucho más económicos pero casi igual de veloces y eficaces en tiempo. Y, por supuesto, una Lanzadera ferroviaria rápida hacia la estación del AVE de Córdoba, lo que implica la renovación total y completa de las vías ferroviarias en los tramos Jaén-Espeluy-Linares-Baeza y a su paso por Despeñaperros, iniciadas en obras pero relentizadas sine die por la crisis.
6. Poner las investigaciones de nuestra Universidad de Jaén en los planes activos del crecimiento de nuestras empresas y en los escaparates de los comercios si fuera preciso, para incrementar la I+D+i.
7. Incrementar la comercialización de nuestros mejores A.O.V.E.s envasados y la exportación a todo el mundo, apoyado por campañas de promoción y gestiones comerciales eficientes.
8. Reducir las tasas de la Seguridad Social a los autónomos al nivel promedio de los países europeos (mucho más bajo y sólo se paga cuando hay facturación mensual) para facilitar la incorporación a la economía de muchos jóvenes que se inicien en el autoempleo y para reducir la economía sumergida que no paga impuestos y compite deslealmente con las empresas legales.
9. Estimular la lectura, la creatividad, el emprendimiento y el talento en la escuelas e institutos de enseñanza media para aumentar los valores y las actitudes imprescindibles para la creación de proyectos innovadores y de empresas.
10. Exigir la cooperación a todos los organismos institucionales, asociativos y privados que promueven el emprendimiento con fondos públicos, a fin de generar autoempleo y ser más eficientes en sus programas y en la evaluación de sus resultados.
11. Aumentar la formación práctica de nuestros jóvenes y mejorar la calidad de la educación en un plan intensivo de cinco años mediante planes o Pactos municipales y provinciales por la Educación.
12. Realizar programas intensivos de formación para gestores y directivos de empresas para favorecer el liderazgo compartido y el trabajo en equipo, uno de los pocos recursos estratégicos que favorecen el éxito en las empresas de hoy.
Sin ánimo de querer ser exhaustivos en estas medidas, PROA quiere resaltar que los desafíos a los que se enfrenta esta provincia requieren una inversión real de personas, tiempo, recursos económicos y actitudes que se pueden concretar en la emisión de “Acciones-compromiso” adquiribles y confirmadas por todos. Porque si exigimos juntos y compartimos muchas pequeñas acciones –asumidas con inteligencia social, cooperación y compromiso– podremos mejorar los índices de empleo y desarrollo. Así como cambiar una realidad compleja e incierta por un futuro mejor para nuestros hijos y para esta provincia.
PROA a 12 de mayo de 2015
[1] Este documento fue aprobado por unanimidad en la reunión ordinaria de PROA del 12 de mayo de 2015, habiendo acordado que se ofreciera como un documento de base para el debate colectivo con quien desee dar sugerencias y que se publicaría tras las elecciones del día 24 de mayo. Los datos ofrecidos están tomados del Instituto Nacional de Estadística, el Ministerio de Empleo y del Cuadro de Mando Integral del II Plan Estratégico de la Provincia de Jaén actualizado a marzo de 2015.
[2] PROA está registrada como “Asociación Proa Plataforma 8.20 de Empresarios y Profesionales” con el número 23-1-5412 de la Junta de Andalucía.
Adela Tarifa, una lección de historia viva, ha sido nuestra invitada especial en el mes de julio para asistir a la ya tradicional comida-tertulia.
Daniel Ureña, experto en comunicación y consultoría, de gran proyección internacional, comparte visión y tertulia con PROA.
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