José María Navarro, director de la Fundación Andaltec y del Centro Tecnológico del Plástico y José Juan Gaforio, doctor en medicina e investigador de la Universidad de Jaén especializado en demostrar los efectos saludables del AOVE (Proyecto Predimed Plus), participaron en la comida-tertulia de PROA del 2 de noviembre.
Esta tertulia tuvo lugar en IFEJA tras la reunión ordinaria mensual de PROA y resultó de extraordinario interés porque los asociados pudimos conocer de primera mano experiencias tan relevantes como pioneras para la economía provincial en el sector tecnológico del plástico y en la investigación sobre el aceite de oliva de alta calidad.
José María Navarro, nacido en Montilla, pero enraizado en Martos desde hace más de 30 años es Ingeniero Superior Industrial. Su experiencia en la factoría marteña de la multinacional Valeo Iluminación S.A., a la que se incorporó en el año 1987, como responsable de Diseño de Producto y más tarde en la Dirección de Fábrica y donde trabajó 16 años, le permitió adquirir habilidades industriales y establecer numerosas y positivas relaciones interpersonales con empresarios. Conocimientos esenciales para emprender su segunda etapa como gerente del Centro Tecnológico del Plástico gestionado por la Fundación Andaltec, desempeñando una función de liderazgo desde su origen. Trayectoria en la que ha tenido que superar situaciones y problemas complejos, especialmente en los años más difíciles de la crisis, pero desde la que ha contribuido al nacimiento y creación de empresas, generando empleo sostenible y arraigado a nuestra provincia.
Según José María Navarro hubo un momento crítico en el sector de la iluminación para automóviles originado por un drástico cambio de materiales en la fabricación de faros para vehículos: el paso reflectores en chapa a poliéster (BMC) , y más tarde del cristal de vidrio a policarbonato, a la vez que evoluciona el cambio del tipo de lámparas para los mismos. Eso obligó a una renovación radical en el diseño y la fabricación en la propia Valeo que afectó en cascada, desde las empresas tractoras a proveedoras, generando una demanda tremenda y una revolución en todos los procesos de ingeniería, maquinaria y servicios para no caer en la obsolescencia.
Fue en este contexto de crisis de producto donde se planteó –en el marco de diálogo de un foro de empresarios de Martos en el que José María Navarro participaba como representante de Valeo– buscar una solución. Allí surgió el proyecto de hacer un Centro Tecnológico del Plástico, coincidiendo con una buena coyuntura política andaluza favorable a la innovación, el PAIDI 2003 (Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación 2003).
Sin duda, la formación, la experiencia industrial y la relación profesional de José María Navarro le hacía idóneo para liderar este proyecto en opinión de los empresarios marteños, algo que él aceptó con plena motivación y dedicación, de tal modo que a finales de junio de ese mismo año había conseguido constituir la Fundación Andaltec, entidad que aúna su papel dinamizador de la innovación y la economía real, con una clara función social para formar a profesionales y generar empleo de forma indirecta.
Visión que se ha visto plasmada en estos años porque lo que nació como una imperiosa necesidad de implantar nuevos recursos tecnológico para las empresas proveedoras del plástico ha propiciado que éstas sean ya empresas creativas y desarrolladoras de su propio producto, diversificando servicios y clientes con menos dependencia de la empresa tractora original.
Desde Andaltec se ha fomentado el trípode que puede hacer eficaz y sostenible la innovación en colaboración con las empresas: diseño de nuevos materiales (para uso de alimentos, reciclado, fabricación aditiva…); diseño de producto capaz de cumplir las especificaciones técnicas requeridas antes de su fabricación en serie; y diseño de procesos mejores proponiendo métodos o máquinas fiables y competitivas, algo esencial en lo que será la Industria 4.0 con la generalización de la automatización.
El éxito de Andaltec y su Centro Tecnológico del Plástico puede medirse por sus cifras. Tiene una facturación anual de 5,9 millones de euros, 135 clientes activos (entre los que hay grandes empresas como Navantia, Faurecia, Grupo Antolín, Airbur-Carbures, SPGroup o Taghleef Industrias…). Realiza 30 proyectos de I+D al año (el 90% de financiación privada), prestan 1.300 servicios tecnológicos avanzados, y cuenta con 150 empleados tecnólogos de los que más del 80% son Ingenieros, licenciados y doctores, la mayoría de la Universidad de Jaén.
Además, dispone de un grupo de investigación propia sobre nanotecnología y desde el 2012 cuenta con su propia Oficina de Proyectos Europeos con una alta tasa de aprobación de memorias. Para el futuro próximo está fomentando la creación de un Cluster Andaluz del Plástico. En este sentido, José María Navarro destacó la importancia de otro sector del plástico en nuestra provincia, distinto al del automóvil y no menos estratégico: el agro-alimentario, donde existe un núcleo especialmente destacado de emprendimiento, tecnología y enorme potencial de crecimiento ubicado en la comarca de Alcalá la Real.
Por su trayectoria y porque Andaltec ofrece nuevas ideas para desarrollar en consonancia con numerosas empresas nacionales y andaluzas, y porque lidera proyectos innovadores de nuevos materiales plásticos ligados a automoción (coches eléctricos), energía, alimentación, o complementos reciclables o biodegradables, Andaltec es el mejor recurso que dispone la provincia para transferir la tecnología desde la fuente del conocimiento a las empresas.
Navarro es coherente con su forma de ser y pensar cuando promueve de forma insistente tres puntos esenciales para el desarrollo industrial: debemos ser muy serios y responsables todas las partes implicadas para generar la confianza imprescindible entre las administraciones que reservan partidas presupuestarias de I+D+i y las entidades que lo ejecutan. Y añade, debemos creer en las personas que aportan buenas ideas en la provincia de Jaén, potenciando a los emprendedores y cooperando con los empresarios que ya tenemos. Y, por último, debemos priorizar la formación eficiente como una de las claves de desarrollo. En ese sentido, el Centro Tecnológico del Plástico da ejemplo porque promueve la denominada Formación Dual, en los ciclos de formación profesional que compaginan la teoría en las aulas, y la práctica en empresas (Andaltec entre otras) tomando el modelo alemán que tan buenos resultados produce. Y a otro nivel, con la UJA, colaborando con los másteres universitarios.
Por su parte, Juan José Gaforio, visitante de PROA en esta tertulia como profesional (aunque ya había asistido hace unos años como invitado especial y participado en algún acto promovido por nuestra asociación) recordó el papel determinante de la investigación en la UJA y su efecto en la economía real de la misma, como es en el caso de los proyectos conjuntos de I+D+i con Valeo o, como en su caso, en la participación en el proyecto de Investigación Predimed Plus.
Aun así, recordó que un estudio de tanta envergadura como el Predimed que en su primera fase demostró científicamente el papel beneficioso para la salud del Aceite de Oliva Virgen Extra y de la dieta mediterránea, y que fue portada del periódico New York Times con repercusión en todo el mundo, no tuvo el eco debido en nuestro país o en Andalucía. El doctor Gaforio, linarense de nacimiento, licenciado y doctor por la Universidad de Granada, MIR en hospitales españoles, que dejó la práctica clínica para centrarse en la docencia y la investigación en la UJA, que ha sido director de CITOLIVA y que ha impulsado la creación de dos empresas spin-up con el IFAPA, recordó que el proyecto Predimed está impulsado en su origen por Miguel Martínez González (malagueño, Catedrático de la Universidad de Navarra y Profesor en la prestigiosa Universidad de Harvard en Cambridge (Massachussets, EE.UU) y coordinado ahora por Jordi Salas-Salvadó, viene realizando un seguimiento de cerca de 7.000 pacientes desde que se inició en 2013 hasta la actualidad, en coordinación con 23 grupos de investigación de universidades españolas y con la participación voluntaria de un colectivo de médicos de familia que cumplimentan las fichas de control. Jamás se había realizado un estudio de salud tan ambicioso y con resultados tan evidentes para una dieta y un producto como el aceite de oliva de calidad.
Gaforio agradeció el apoyo de la Diputación Provincial pero, al mismo tiempo, denunció la falta de coherencia de muchas administraciones para comprender que la investigación tiene que estar apoyada en su origen y en su desarrollo, la creación de empresas surgidas de la misma, porque ese es en Estados Unidos y en Europa el camino para una verdadera Economía del Conocimiento.
La tertulia de PROA, intensa, sincera y activa para el debate, prosiguió con líneas de opinión como el papel del sector en la defensa de la calidad del aceite o en los déficits de coordinación, cultura y comercialización que desbordarían la razonable extensión de este post.
Por último, Fulgencio Meseguer Galán, presidente de PROA hizo entrega a José María Navarro de una placa de PROA en reconocimiento a su labor por la innovación aplicada en el sector del plástico y en agradecimiento por compartir su experiencia con esta asociación.
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